Cómo hacer arreglos florales

Los arreglos florales son una parte fundamental de la decoración, ya sea de la doméstica como de otros espacios, como oficinas, salas de reuniones, lugares de conferencias, restaurantes, salones de boda o funerales -estos ya son sitios tradicionales en los que las flores ocupan un puesto central-.

Las flores aportan belleza, armonía y luminosidad y son un toque muy estético que dotan al punto allá donde se coloquen de una sensación de confortabilidad y vitalidad. Un arreglo floral lo que hace es conjuntar varias flores y plantas de manera que el efecto positivo de ellas se multiplique y difunda gracias a una sabia presentación de ese arreglo floral.

Puede ser un simple ramo de varias flores frescas en un jarrón que cambies todos los días, o puede ser algo más complejo y preparado, que aunque tenga un aspecto muy natural, y ahí está la clave de este arte, sólo tenga uso durante unas horas en una celebración o evento en concreto.

Es un arte que viene de antiguo y en el que pueblos orientales como los japoneses han destacado, elevándolo a cotas admirables de sutileza y equilibrio. Se trata de conocer las distintas flores, sus características, y no solo sus colores, cultivar el sentido estético y dejar que se desarrolle la creatividad.

Y además existen varias técnicas y trucos que serán de gran utilidad para que aprendas cómo hacer arreglos florales, y te vamos a comentar varios de ellos.

Un arreglo floral básico

Para realizar un arreglo floral básico, como es un jarrón con flores conjuntadas, para un centro de mesa, por ejemplo, reúne dos o tres ramos de flores distintas, un relleno de hojas verdes, y corta los tallos de las flores de forma que sean una vez y media la longitud que tenga el jarrón o vasija que las va a contener.. Quita también las hojas de la parte inferior de los tallos.

Sería bueno que consiguieras un jarrón de boca cuadrada, porque te facilitará la preparación de este arreglo. El motivo de esta sugerencia es que lo primero que deberás hacer es crear una cuadrícula a base de tiras de cinta adhesiva o celo transparente, poniendo varias en sentido horizontal y otras cruzando estas en sentido vertical, y para esto te será más cómodo si usas un jarrón cuadrado.

Lo primero que vas a hacer es poner la base verde, con ramas de hojas verdes nada más, en los huecos de la cuadrícula más externos, formando un entramado abundante alrededor del centro del jarrón.

Luego, en el hueco central coloca la flor que queremos que destaque más, tratando que sea una flor más grande que las otras o más llamativa, que será la flor dominante. Después, vamos poniendo el resto de flores secundarias alrededor de la flor dominante, usando el resto de huecos libres en la cuadrícula de cinta adhesiva.

Por último, en los huecos que hayan quedado libres de la cuadrícula, introduce otras flores de relleno, menos vistosas o más pequeñas, que complementen a las flores secundarias y a la dominante, y remata con un toque de verde con alguna rama de hojas distinta a las de base y que sea casi tan alta como la flor dominante. Observarás que el resultado, aunque el proceso es sencillo, es espectacular. Tu creatividad será la clave a la hora de elegir las diferentes flores que uses en este jarrón compuesto. Y solo restará la decisión de donde prefieres tener a la vista este magnífico arreglo floral básico.

El motivo

Pero aparte de un jarrón, hay otras muchas maneras y formas de crear arreglos florales, como puede ser un centro de mesa, formas de corazón o de doble anillo, colgantes para poner en vertical sobre paredes y muros, tanto en interior como en exterior, etc.

Para todos ellos, hay unos consejos generales a tomar en cuenta como paso previo y que te guiarán para tener una noción panorámica de cómo crear un arreglo floral en función de su ubicación o motivo.

En primer lugar es importante que tengas claro el motivo que causa la realización de un arreglo floral concreto. Siempre tiene un destino o un objetivo, bien sea genérico, como ornamentar un rincón de la casa, o una celebración o un acontecimiento que merece ser acompañado de un arreglo floral. Puede ser una boda, un cumpleaños, un aniversario, una comida especial…

Los colores

Una de las cosas en las que debes pensar en primer lugar, además del motivo o destino que tendrá tu arreglo floral, es en los colores. Elígelos con atención, en función del entorno en el que se encontrarán, si quieres que destaquen y atraigan la vista o si prefieres que estén en un plano más discreto y menos relevante. Lo habitual es que manejes tres o cuatro colores, aunque también puedes optar por un solo color, si buscar un foco llamativo, como podría ser a base de flores rojas, y darles un pequeño contraste con hojas verdes, que siempre le darán un toque de naturalidad.

Puedes elegir los colores usando tonos complementarios o contrastados, o todos en una gama de tonos de una misma coloración, o simplemente utilizando tus colores favoritos, aquellos que te gustan más y que harán que te sientas más a gusto con el arreglo floral final, aunque es mejor que no olvides el motivo del mismo si es algo para decorar un acontecimiento o evento en el que participarán otras personas.

El diseño

A la hora de construir tu arreglo floral, es importante el diseño. Piensa que un arreglo floral es algo que combina todo tipo de flores y plantas, así como elementos ornamentales como ramas, varas de bambú o piedras, para conseguir un efecto de belleza vegetal, y que en muchas ocasiones está destinado a ser usado únicamente durante unas horas, un día o un fin de semana, como decoración efímera.

Por eso es buena idea que hagas un boceto en papel, con las líneas generales de tu arreglo, apuntando las flores y plantas a usar, y la estructura general que va a tener. Puede ser horizontal, en una cesta ancha y baja, o vertical, como en floreros o cántaros, o simplemente con tallos largos que se elevarán sobre su base.

El recipiente

Los arreglos florales se presentan en algún tipo de contenedor o recipiente, como puede ser un jarrón, una canasta, una fuente de cristal, un cuenco de madera o incluso en tallos de bambú. Pero puedes usar tu imaginación para reciclar cualquier tipo de contenedor, sobre todo si es de un material relacionado con la naturaleza, es decir, de cerámica, piedra, madera, vidrio, metal… desde un cubo de cinc a una espuerta de cáñamo, un saco de arpillera o una caja de fruta de madera. Juega con los colores y las texturas de los materiales de los recipientes, y recuerda que no tienen que ser el foco principal de atención, sino que este será el arreglo floral.

El oasis floral

El oasis floral es otra parte muy común a la hora de preparar arreglos florales, porque es la base donde sujetar las flores. Consiste en una esponja de espuma artificial verde o en su defecto se puede usar una esponja con un lado de estropajo verde, sintética, usada para lavar la vajilla a mano. Estas esponjas suelen ser muy pequeñas, por lo que solo servirán para un arreglo de base mínima, pero puedes encontrar otros tamaños o ir directamente a la base específica que se vende para los arreglos de flores.

Esta esponja se coloca en la base del contenedor, sea una canasta horizontal o un cuenco de cristal cuadrado o redondo, o un jarrón. Se puede pegar con algo de pegamento al suelo del recipiente par que no se mueva.

Sobre esta esponja se clavarán los tallos de las flores y plantas que se utilicen. Se pueden colocar alrededor de la misma para decorar o disimularla varios guijarros planos y redondos, conchas, corcho triturado, serrín, arena, etc…

La colocación

Una vez colocada la esponja, une las paredes del contenedor con cinta adhesiva, tal como se explicó al principio de este artículo, formando una cuadrícula. Si el diseño que has pensado es circular, sigue las indicaciones que ahí se daban. Pero si has ideado otro tipo de diseño, como, por ejemplo, en grupos unos al lado de otros, sigue entonces esa dirección, colocando las flores que quieres disponer.

En primer lugar, las hojas o follaje, helechos, ramas o flores pequeñas junto a los bordes interiores del contenedor, y después las flores o plantas principales, para ir rematando con otras plantas o flores que quieres que destaquen menos. Puedes jugar con la longitud de los tallos y la ubicación de flores frescas y hojas o ramas secas, los colores y las especies de flores usadas.

También puedes utilizar flores artificiales, o pintar partes de las flores. Incluso puedes simular que tienen gotas de rocío o lluvia por medio de diluir silicona o cera blanca de abejas en un aspersor y rociar los pétalos. Con todos estos consejos lograrás un gran arreglo floral en cada ocasión que necesites.

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